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  LOS FUNDAMENTOS DE LA ORACION
 

LOS FUNDAMENTOS DE LA ORACION

 

“La cenicienta de la iglesia es la oración. Esta criada del Señor es despreciada y desechada porque no se adorna con las joyas del intelectualismo, ni las brillantes sedas de la filosofía, ni con la impresionante tiara de la psicología. Lleva los delantales de honesta sinceridad y humildad. No teme arrodillarse”. Leonardo Ravenhill

 

“Nuestra oración, sin embargo, necesita ser engendrada y perseguida con una energía incansable, una persistencia imperturbable y un valor que nunca desfallezca”. E. M. Bounds

 

La oración tiene que ver con el hombre entero, la oración abarca todo su ser del hombre, mente, alma y cuerpo. Es necesario que sea el hombre entero que ora. Así como la naturaleza entera del hombre entra en la oración de la misma manera su ser entero se beneficia de la oración. Todos los hombres se benefician de la oración. El hombre entero debe ser ofrecido a Dios al orar. Los mayores resultados los obtienen los que se entregan a Dios con todo su ser, con toda su alma y cuerpo postrado ante la presencia del Señor, esta es la condición de la oración triunfante. La clase de oración que rinde frutos copiosos.

 

Los hombres de otros tiempos que obtenían mayores resultados de la oración, que lograban realizar cosas de gran importancia a través de Dios, eran aquellos que se habían dado íntegramente a Dios en su oración. Dios quiere y necesita todo lo que hay en el hombre para poder contestar sus oraciones. Dios debe tener un hombre abierto y Sincero a través del cual ejecutar sus propósitos y planes para bendecir al mismo hombre. Dios no acepta hombres de doble ánimo. Ni los pusilánimes y vacilantes. No pueden hacer el tipo de oración que es necesaria aquellos hombres cuya lealtad oscila entre Dios y el mundo.

 

La santidad es su totalidad, y por tanto Dios necesita hombres santos, hombres abiertos, transparentes y verdaderos para su servicio y para la obra de oración. “y el Dios de paz os santifique enteramente; y ruego a Dios que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo sean preservado sin tacha para la venida de nuestro señor Jesucristo”. Estos son los hombres que Dios quiere como caudillos para las huestes de su iglesia.

 

El hombre es trino y uno, y, sin embargo, no es una trinidad ni una dualidad cuando ora, sino una unidad. El hombre es uno en todo lo fundamental, alma espíritu y cuerpo, cuando el hombre integro se postra y se rinde en oración. El hombre entero debe orar. El hombre entero, vida, corazón, temperamento, mente. Cada uno y todos se juntan en el ejercicio de la oración. La duda, la doblez de ánimo, la división de las afecciones, todas ellas son ajenas a la verdadera comunión de la oración. La integridad moral y espiritual, así como el carácter y la conducta sin mancha más blancos que la nieve y la lana, son potencias poderosas sin estorbo en la vida del hombre, y son lo más hermoso para la hora y las luchas de la oración.

 

¿Por qué a muchos se les dificulta orar? Al analizar este razonamiento nos encontramos que pueden ser varios los obstáculos que puede tener una persona para no hacerlo pero el principal de ellos es La falta de disciplina. En la vida nada se consigue ni se tiene éxito si no se tiene una disciplina constante, la oración de la misma manera requiere de una constancia y entrega total. El avance en el mundo de alguien que trabaja y lucha es evidente cuando este tiene un progreso en las cosas que realiza, tanto en lo material como en lo espiritual. La lectura de la biblia, la asistencia a la iglesia o la participación en algún ministerio no hace al hombre espiritual, donde se ganan o se pierden las batallas es en la oración. Muchos hombres pueden tener fama y ser reconocidos en el mundo pero no en el infierno. Un hombre espiritual es temido por Satanás porque que sabe que con el siempre lleva las de perder.

 

Entonces se necesita al hombre entero para orar, hasta que todas las tormentas que agitan nuestra alma son acalladas hasta conseguir la calma, hasta que los vientos y las olas cesan bajo la benéfica mano de Dios. Se necesita todo el hombre para orar hasta que la opresión del mismo infierno sea quebrantada y nuestros enemigos destruidos, hasta que los tiranos crueles y los gobiernos injustos cambien su naturaleza y sus vidas, así; como su forma de gobernar o dejen de gobernar.

 

Se necesitan hombres espirituales con celo de Dios y amantes de las cosas santas y de la santidad de Dios. Los hombres espirituales producen gente espiritual, se necesita hombres piadosos para que se entreguen enteramente a la oración con tal intensidad y profundidad que sientan que en ello se les va la vida. La oración llega muy lejos en su influencia y en los efectos de su gracia. Es un asunto profundo que se refiere a Dios y a sus planes y propósitos porque está en juego el destino eterno de la humanidad. La biblia dice; “Y Cristo en los días de su carne, habiendo ofrecido ruegos y suplicas, con gran clamor y lagrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su piedad” (Hebreos 5:7) David brainerd escribió en su diario “Dios me permitió agonizar en oración hasta que estaba sudando, aunque estaba a la sombre y en un lugar fresco” El hijo de Dios en Getsemaní estaba agonizando en oración, que puso en acción todo su ser, “cuando llego a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. Y él se aparto de ellos a una distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodilla, oraba diciendo: padre, si quieres aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre engrumecidas que caían sobre la tierra” (Lucas 22:40-44).

 

Para ti; ¿qué tan importante es la oración?, la intensidad con que lo hagas determinara tu entrega y vida espiritual, hoy puedes tener un cambio de perspectiva, Dios está buscando hombres y mujeres dispuestos a una entrega total, tal vez nunca sabremos el alcance de nuestra oración hasta aquel día cuando el Señor nos muestre sus efectos alcanzados. Pero así como naaman, impresionante general leproso se tuvo que bajar del caballo y despojarse de sus ropas, humillarse y entrar al rio para poder ser limpio de su lepra, es lo mismo que el Señor espera de hombres que estén dispuestos a descubrirse delante de su presencia para ser limpiados y santificados, para que así, podamos llevar a cabo sus propósitos. Que Dios te bendiga.

LA INPORTUNIDAD EN LA ORACION

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COMO ORABAN
Las oraciones de ministros


Capítulo 1 El punto de la avanzadilla
Capítulo 2 Gánese la madrugada
Capítulo 3 El completo reposo de la mañana
Capítulo 4 Predicadores ingleses
Capítulo 5 Más predicadores ingleses
Capítulo 6 Predicadores escoceses
Capítulo 7 Más predicadores escoceses
Capítulo 8 Predicadores galeses
Capítulo 9 Predicadores americanos
Capítulo 10 Más predicadores americanos
Capítulo 11 Predicadores alemanes
Capítulo 12 Más predicadores alemanes

LACIENCIA DE LA ORACION

 

Para los que anhelan ser cristianos victoriosos. Para los que desean ser Guerreros de Oración, y dar batalla contínua al diablo derrotándolo en todos los frentes, para esos ha sido escrito este libro, y esperamos que sea de grande bendición. Oramos para que junto a nuestro libro, El Ayuno del Señor, este nuevo libro sea una joya de valor incalculable para la victoria espiritual de cada hermano. Damos a Dios, y sólo a El, la gloria por este nuevo logro del Ministerio Cristo Viene para bendición de la Iglesia del Señor, Amén. Damos la Gloria a Dios por la inspiración de su Santo Espíritu y por los escritos de otros Siervos de Dios que han sido factores decisivos en la Producción de este libro.

 

ORANDO EN EL ESPIRITU

LA ORACION ES SIMPLEMENTE PROFUNDA Y PROFUNDAMENTE SIMPLE

EL PREDICADOR Y LA ORACION - EM Bounds.p
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¿QUE HA PASADO CON LAS REUNIONES DE ORACION?
«Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye Mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo» (Ap. 3:20).

¡Imagínese a Cristo Mismo fuera de la puerta del corazón de Su iglesia, preguntando que si puede entrar para poder cenar con esos por los que murió! ¿Qué tanto significado tiene este predicación, enseñanza y estudio bíblico si no da a las iglesias un deseo y apetito por el Mismo Dios? ¿De que sirve tener al evangelista y al maestro que visiten la iglesia, si cuando ellos se marchan, la iglesia está todavía en bancarrota en cuanto a la oración?

Jesucristo no es una verdad, una fórmula doctrinal o un sermón para que nuestras mentes puedan analizarlo y disfrutarlo. El Señor es la Persona Divina quien llama vez tras vez, y aun ruega para que los hombres no sólo oigan acerca de Él, sino aún más importante, que vengan a Él.

Recientemente yo discutía con un pastor la necesidad de nuestras iglesias de regresar a la simple oración. El era dirigente de una iglesia grande en un área del país donde «súper» iglesias abundan. El me dijo que en su área entera las juntas de oración se habían extinguido casi por completo, y que solamente se hablaba del poder de la oración.

Esto fue una descripción terriblemente correcta, aún entre iglesias que se consideraban modelos de «éxito» en su denominación por sus grandes membresías y los muchos programas. El confesó honestamente que se tomaba tiempo para predicadores visitantes que les ayudaran a «madurar,» conciertos evangélicos, noches para los jóvenes, noches de compañerismo, etc., pero que no había un lugar prominente para que la iglesia se reuniera a buscar a Dios de todo corazón.

Con mucha perspicacia y vergüenza admitió la razón principal por la cual la mayoría de las iglesias (incluyendo la suya) no tenían en el horario, ni anunciaban, un verdadero culto de oración. ¿Por qué? Porque nunca se reuniría gente, y la asistencia sería muy poca.

¿Cómo explicarían todos esos pastores llenos de vergüenza, lo vacío de sus grandes auditorios en días de oración mientras un mero puñado de gente hambrienta esperaba en Dios – cuando la noche anterior cientos habían asistido a un concierto evangélico o escucharon a un famoso predicador cristiano? Imagínese esto, si puede – ¡Dios no puede «atraer» multitudes por Sí sólo! ¡Tienen que haber pláticas, diversión, o actividad humana de alguna clase; de otra manera la congregación regularmente no se interesa!

Muchos otros hombres respetables que conozco, confirman la triste verdad

– las iglesias desean enseñanzas acerca de Dios, música acerca de Dios, doctrinas correctas acerca de Dios – ¡pero el contacto espiritual prolongado y la comunión con el verdadero Dios del universo, no son populares en la propia iglesia de Cristo! Hemos logrado cumplir la misma Escritura de la cual muchos están negando que se puede aplicar a esta era de la iglesia cuando estamos experimentando tanto «éxito,» una supuesta madurez, y grandes números de gente:

«Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye Mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo» (Ap. 3:20).

¡Imagínese a Cristo Mismo fuera de la puerta del corazón de Su iglesia, preguntando que si puede entrar para poder cenar con esos por los que murió! ¿Qué tanto significado tiene este predicación, enseñanza y estudio bíblico si no da a las iglesias un deseo y apetito por el Mismo Dios? ¿De que sirve tener al evangelista y al maestro que visiten la iglesia, si cuando ellos se marchan, la iglesia está todavía en bancarrota en cuanto a la oración?

El ministerio en cualquier forma, que se convierte en el punto principal y no meramente una guía de comunión actual con el Salvador que cambia la vida, no es nada más que una forma sutil de idolatría espiritual.

Nos hemos dedicado por completo a palabras acerca de Dios, junto con una gran adulación de hombres y mujeres que el Señor usa, pero Dios Mismo está siendo olvidado. El ministerio de cualquier hombre, no importa que tan ungido esté por Dios, solamente puede crear hambre y alborotar el corazón. Dios nunca ha renunciado Su lugar, y desea ser el gran Compañero y Fortaleza de nuestras almas.

El ministerio que no nos guía directamente a Cristo en nuevas profundidades de oración y revelaciones del Señor en el corazón, no es solamente una falla, sino también es extremadamente peligroso. Multitudes viajan grandes distancias, o aún pagan dinero, para oír «ministerios cristianos,» pero no cruzan las calles para esperar unas pocas horas en la Presencia de Él que tiene la respuesta a todas nuestras necesidades.

Lo más pronto posible, debemos ser librados del engaño que alguien siempre tiene que estar hablando, enseñando, «compartiendo» o cantando; que para tener a la gente interesada, tenemos que tener cosas «moviéndose» a menos que haya una tregua cuando Dios pueda atraernos fuera de nosotros mismo hasta una comunión espiritual. Jesucristo no es una verdad, una fórmula doctrinal o un sermón para que nuestras mentes puedan analizarlo y disfrutarlo. El Señor es la Persona Divina quien llama vez tras vez, y aun ruega para que los hombres no sólo oigan acerca de Él, sino aún más importante, que vengan a Él.

La religión falsa de Sus días en la tierra, está reviviéndose otra vez hoy en día en el mismo disfraz de ser «doctrina pura» – «Ustedes estudian con diligencia las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en Mi favor! Sin embargo, ustedes no quieren venir a Mí para tener esa vida» (Juan 5:39-40). ¡Hombres estudian diligentemente Su Palabra, y sin embargo de alguna manera nunca llegan a conocerlo personalmente en una unión espiritual vital!

Hagamos evaluación de las perspectivas reales para un renacimiento de los cultos de oración. De acuerdo a Pablo, es posible llevar otra vez a la iglesia a las prioridades de Dios.

«Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos» (1 Tim. 2:1).

¡Avivamiento real significa orar primero!

Ya sea en preparación para un poderoso movimiento del Espíritu Santo o como una señal de un continuo avivamiento del Espíritu Santo – el culto de oración será de mayor importancia en la vida de la iglesia. Hombres hambrientos y sinceros buscarán a Dios, derramando los deseos de sus corazones a Dios en una oración colectiva. La adoración y la alabanza ascenderán espontáneamente de los espíritus de hombres y mujeres quienes han visto a Él quien es invisible.

«Si Mi pueblo, que lleva Mi nombre, se humilla y ora...» (2 Cr. 7:14), junto con muchas otras Escrituras, demuestra lo que ya sabemos por instinto espiritual – que la oración por un avivamiento ¡debe preceder el mismo avivamiento! Ese factor es elemental y así debe ser por la misma naturaleza de Dios y Su Palabra. ¿Investirá Dios con poder a las iglesias que están tan despreocupadas y carnales que ni siquiera se reúnen para orar? En efecto Él ha prometido privar de lo mejor de Sus bendiciones y de Su gracia a la gente que le es indiferente en su orgullo y autosuficiencia. «Pedid, buscad, y llamad» (Mt. 7:7), son los únicos terrenos bíblicos en los cuales una iglesia puede permanecer si espera que Dios obre esas maravillas las cuales traerán gloria a Su Nombre.

Durante el curso de un continuo y presente avivamiento, la vida de oración de la iglesia se intensificará y será liberado por Dios dentro de áreas – aún más profundas – de intercesión por hombres sin Cristo. Profundidades nuevas de la alabanza espiritual que el Padre busca, serán encendidas por el fuego del Espíritu Santo. La Biblia claramente demuestra, y toda la historia de la iglesia lo confirma, que una iglesia avivada y «ardiente» arderá intensamente en oración y súplica.

¿Puede una iglesia sin oración clamar por un gran «renovamiento» o avivamiento por parte del Espíritu Santo?

Cada cristiano sincero sabe que la marca de gracia del Espíritu de Dios en nosotros es ese hermoso espíritu de oración que Él concede para que podamos tener impacto en situaciones y en almas por medio de asirnos poderosamente de Dios en nuestra fe.

Dios visita a la iglesia que ora

¡La historia de la iglesia en el libro de los Hechos, demuestra que el secreto del poder dinámico, el testimonio glorioso y la exacta dirección de eventos importantes de la iglesia, todos vinieron de Dios como respuesta a un pueblo que oró y esperó en Su Presencia!

Sectas como los mormones y los testigos de Jehová pueden experimentar solamente estudios intelectuales, pero la iglesia del Señor Cristo Jesús puede hacer contacto con la gloria, y esperar que Dios intervenga en su favor.

¿Cuándo Dios le ha fallado a una iglesia que en verdad ora?

¿Entendemos completamente las implicaciones y el procesamiento que este mandamiento de Dios hace?

¡La iglesia de Cristo no nació en un seminario de enseñanzas o en un evento evangelístico, sino en un simple culto de oración! El poder divino que más tarde sacudió el reino de las tinieblas, no fue concedido durante un estudio intelectual de doctrinas importantes, sino que mientras hombres y mujeres hambrientos esperaron con corazones abiertos hasta que Dios vino en todo su esplendor. La verdadera fe cristiana no es esencialmente o primariamente una «enseñanza» religiosa, aunque no negamos que el estudio e instrucción son factores importantes del que camina espiritualmente.

La lista de prioridades de Dios ha quedado sin cambio a pesar de lo último o del énfasis que pueda haber en los círculos religiosos. Nosotros podemos inventar cualquier fórmula que queramos para lo que llamamos «éxito,» pero el corazón de Dios llora y manda ecos a través de todas; las épocas: «Quiero, pues, que en todas partes los hombres levanten las manos al cielo con pureza de corazón, sin enojos ni contiendas» (1 Tim. 2:8).

Tiempo para Dios

Estoy preguntando – ¿Cuántas iglesias conoce usted donde se toma tiempo, mucho tiempo, para esperar en Dios, derramando delante de Él los deseos más profundos y las peticiones de su corazón? Considere, por ejemplo, su propia ciudad o pueblo. ¿Cuántas iglesias evangélicas, fundamentalistas, carismáticas u otras iglesias tienen una noche dedicada especialmente a la oración?

Todos nosotros decimos creer en la Biblia. Muchos argumentan con vehemencia que su iglesia es la verdadera «iglesia del Nuevo Testamento» con nada más que una doctrina sana y ortodoxa. Otros señalan a manifestaciones carismáticas, «profunda» enseñanza, o grandes membresías como la señal de que todo marcha bien. Pero, ¿cómo puede una iglesia ser verdaderamente una «iglesia del Nuevo Testamento,» o incluso cristiana verdadera, cuando con intención ha omitido la primera de todas las prioridades de Dios?

Nosotros impartimos clases acerca de la oración; vendemos libros sobre la oración; y ministros engrandecen el «poder de la oración.» Tenemos conferencias y congresos donde discutimos la oración, un muy bien publicado «Día nacional de oración,» y aún manuales sobre la oración con todas las Escrituras relevantes claramente explicadas. ¡Pero el factor triste es que en «súper» iglesias e iglesias chicas igualmente, el culto de oración casi se ha acabado! ¡Nos juntamos para muchas cosas menos orar!

La iglesia cristiana que nació con poder en un simple tiempo de esperar en Dios, ha olvidado su verdadero origen y poder de vida. ¿Por qué no se dedican tardes completas para hablar con Dios y esperar Él cumpla las muchas promesas que Él nos ha dado? ¿De qué sirve tener doctrinas ortodoxas cuando Dios Mismo ha venido a ser tan impopular que nuestras iglesias no toman tiempo para conversar con Él y recibir de Él?

¿Qué de la iglesia a la que usted asiste?

Una pregunta simple pero importante: ¿Tienen un culto regular de oración? ¿Hay en verdad una noche importante cada semana cuando toda la iglesia se reúne para practicar el mandamiento más elemental: «Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones . . .»?

El Señor no dijo, «Ante todo, enseñen,» o «Ante todo, estudien» – sino «Ante todo oren,» para que todos nuestros estudios, enseñanzas y actividades sean bendecidos y ungidos por la Gloria.

Si Dios es tan grande como decimos, ¿por qué no lo demostramos haciendo tiempo con Él nuestra primera prioridad en la iglesia? Nosotros nos engañamos a nosotros mismos cuando nuestros servicios tienen que parecerse a «una reunión hiperdinámica» con algo siempre en movimiento para hacer de los cultos frívolos algo «interesante.» Para tener comunión con Cristo, tiene que haber algo más que meras excursiones intelectuales dentro del significado de palabras y frases.

Es absurdo tratar de persuadir por meras palabras que estamos experimentando un avivamiento, o clamar algo grandemente espiritual cuando el latido del pulso del poder del Espíritu Santo en nosotros no lo hay en nuestras iglesias. Es también pura fantasía cuando clamamos que queremos que Dios haga nuevas y grandes cosas entre nosotros cuando ni siquiera hablamos con Él. Si el Apóstol Pablo pastoreara una iglesia en nuestra ciudad o pueblo, saben qué clase de cultos él sugeriría, «primero que todo.» ¿Por qué otros no piensan o sienten igual hoy en día? ¿Es que nadie quiera a Dios por Sí Mismo?

Nuestras iglesias tienen noches para dar enseñanzas en cómo crecer en el Señor, conciertos espirituales, y reuniones sociales de toda estas cosas tienen sus respectivo lugares – ¿pero dónde están las prioridades «antes que todo» de Dios? Casi todas nuestras enseñanzas y predicaciones terminan con mero conocimiento acerca de Dios, ¡pero muy pocos quieren proseguir para conocer al Señor (Os. 6:3), en una comunión real y actual con Él que vive! Los calendarios en las iglesias están llenos con todo, menos con un horario para dedicar un tiempo a solas con Dios para aquietar sus espíritus en Su Presencia y esperar un fresco ungimiento de poder y amor.

Vuelta a casa

No importa cuántas fantasías tengamos de las cuales necesitamos despertarnos, seguramente vale la pena para que nuestras iglesias puedan convertirse en vibrantes «casas de oración» en las cuales Dios será glorificado. El culto de oración es el barómetro de la iglesia, e indica exactamente dónde están nuestras congregaciones con Dios. Debemos encarar eso, aunque nos guíe a una profunda humildad y confesión de pecado y falla.

¿Qué clase o marca de cristiano estamos produciendo si hay muy poquito o nada de hambre por Dios? Piense en el poder divino de Dios, disponible y aún prometido a nosotros si oráramos juntos a Dios. Si solamente un pequeño porcentaje realmente quiere buscar a Dios, entonces debemos admitir que algo malo sucedió en algún lugar.

No importa cuál sea la asistencia en los servicios dominicales, una iglesia fría y sin oración, no puede ser lo que Cristo pensaba para Su Novia. Él nos ha llamado a Sí Mismo, y no solamente a asistir a reuniones controladas por humanos los cuales raramente nos permiten llegar al mero corazón del problema. La mayor parte de nuestras mentes están ya saturadas con «enseñanzas verdaderas» acerca de Dios, ¡pero tan lejos que nuestros corazones se quedan en semejanza a Cristo y en poder! La necesidad de la hora es para que la iglesia ore.

Nadie sabe orar. Todos tenemos luchas y titubeamos, ya que la oración es tanto la más alta como la más difícil de todas las prácticas espirituales. Pero Dios nos va a ayudar si solamente le damos una oportunidad. «Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras» (Rom. 8:26).

Esa clase de culto de oración puede ser arriesgada. Satanás será incitado a oponerse a nosotros en muchas formas cuando nosotros el pueblo de Dios realmente oramos. Pero no hay otro remedio. Tenemos que llegar al punto que hemos resuelto tener a Dios y la oración sincera... ¿o de qué sirve el continuar?

«Acérquense a Dios, y Él se acercará a ustedes» (St. 4:8).

El Espíritu Santo puede y guiará toda la congregación en esferas de la oración intercesora, junto con una adoración profunda del corazón hacia el «Alto y Sublime» (Is. 57:15).

El Espíritu Santo puede y hará más transformación de vidas en cinco minutos mientras que Su pueblo rodea la gloria, que lo que hiciera 50 pequeños cultos programados de oración, los cuales nunca se profundizan dentro del corazón humano. «Cuando lo oyeron, alzaron unánimes la voz en oración a Dios...después de haber orado, tembló el lugar en que estaban reunidos; todos fueron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban la palabra de Dios sin temor alguno» (Hch. 4:24, 31).

No es demasiado tarde para cualquier iglesia. ¡Todavía podemos tener a Dios Mismo como nuestra Porción! Él es el que corteja y nos lleva a Sí Mismo, y a experiencias en oración que van más allá de todo lo que podamos imaginar. Mire si Dios no va a honrar a esos que claman a Él. Regresemos «primero que todo» a nuestro lugar propio de privilegio y poder en la Presencia del Señor.

 
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